viernes, 21 de noviembre de 2014

CATEDRAL NUEVA DE SALAMANCA


     La Catedral Nueva de Salamanca es una referencia artística de la capital del Tormes y un ejemplo de densa monumentalidad que contrasta con la sobria sencillez de la Catedral románica de la que es vecina. Todo lo que hay en su interior es un cortejo de estilos artísticos: el gótico se funde con el barroco y éste se alimenta del renacimiento para materializarse en piedra, figura y cristal. Es una catedral grandiosa y, lo más recomendable, es perderse en su interior sin mirar el reloj. Destacan los anchos pilares y la impresionante cúpula barroca que se alza sobre el crucero a 80 metros de altura. El coro, uno de los más importantes del barroco español, es obra de Alberto Churriguera.

La Catedral fue declarada Bien de Interés Cultural en 1987. Tiene tres naves, capillas entre contrafuertes, una capilla mayor cuadrada con girola y cúpula en el crucero. Las cubiertas de bóvedas estrelladas (capiteles decorados con anillos policromados) y los soportes son los típicos de la etapa final del gótico.

Es un edificio que reúne diferentes estilos: decoración gótica flamígera en las naves laterales y girola, mientras que en la nave central y en la zona superior del crucero hay balaustres renacentistas. Es interesante observar la decoración de los muros con medallones, de época renacentista y escudos, del gótico.

Filigrana en el interior

En cuanto al coro fue realizado entre 1732 y 1738 por Alberto Churriguera. En el trascoro destacan las imágenes de San Juan Bautista y Santa Ana con la Virgen, del escultor Juan de Juni. La imagen situada sobre el altar representa a Nuestra Señora de Loreto y fue realizada en el siglo XVI. El coro cuenta con dos órganos, uno es de 1568 obra de Luis Damián y el otro, es una obra barroca de 1745 realizado por Pedro de Echevarría.

En la decoración de la sillería del coro participaron José de Larra y Juan de Múgica. Se trata de una obra de Alberto Churriguera siguiendo el proyecto de su hermano Joaquín. En los relieves aparecen santos, mártires y apóstoles y la silla del obispo está decorada con la figura del Salvador.

El cimborrio lo realizó en 1763 Juan de Sagarvinaga para sustituir al anterior como consecuencia del terremoto en Lisboa ocurrido en 1755. De la obra de Churriguera conservó Sagarvinaga las pechinas y el anillo decorado con relieves de la vida de la Virgen. Sobre esta estructura añadió un segundo cuerpo con ventanas y la cúpula nervada.

Un tesoro de capillas

La capilla mayor está presidida por una imagen del siglo XVII que representa a Nuestra Señora de la Asunción a quien está dedicada la Catedral. Fue realizada por Esteban de Rueda. A los lados del altar, en dos urnas de plata, se guardan las reliquias de Santo Tomás de Villanueva y de San Juan de Sahagún, patrono de la ciudad. Otras muchas capillas merecen la atención del visitante, como la de Nuestra Señora de la Soledad, que guarda una imagen de la Soledad, obra de M. Benlliure, de 1935.

La capilla del Carmen o del Cristo de las Batallas fue llamada así por el crucifijo románico que aparece situado en un retablo barroco de Alberto Churriguera. Es una obra del siglo XI. En esta capilla se encuentran los restos del que fuera confesor del Cid y promotor de la construcción de la Catedral Vieja, el obispo don Jerónimo de Perigueux. En la Capilla de San José la imagen del santo aparece en el retablo. En la Capilla de la Piedad o del Santísimo, hay una imagen de la Piedad, obra que Salvador Carmona realizó en 1762. Una escultura del taller de José de Larra que representa a San Nicolás de Bari está en la capilla que lleva el mismo nombre. Por otro lado, la Capilla del Nazareno tiene un retablo del siglo XVIII que contiene dos pinturas, una con las imágenes del Nazareno y la Verónica y la otra con la de la Magdalena.


La capilla del Desagravio fue llamada así porque el cuadrito de la Inmaculada, que primero estaba colocado en el portal de una casa de la ciudad y que ahora vemos en el retablo, fue apuñalado en el año 1664 y para desagraviar a la Virgen el Cabildo trasladó el cuadro a la catedral y le dedicó esta capilla. En esta capilla se encuentra la pintura de Luis Morales situada en la parte superior del retablo del siglo XVI. La capilla del Presidente fue fundada en 1577. El nombre le viene de su fundador Don Gregorio Fernández de Liébana, presidente de la Chancillería de Valladolid. El "Entierro de Cristo", que aparece en el retablo, es copia de una obra de Ticiano y la pintura de "La Aparición de Cristo a su Madre", se atribuye a Fernández Navarrete.

Otras capillas de interés son la Dorada o de Todos los Santos, la Capilla de San Lorenzo, la de San Clemente, la de Almansa, la de la Virgen de la Verdad, la de San Antonio, la de la Virgen de la Cabeza, la de San Tirso o de Nuestra Señora de Lourdes y la de la de la Virgen del Pilar.

Exteriores

En cuanto al exterior de la Catedral, es de aspecto gótico aunque sobresale el conjunto las obras barrocas que corresponden al cimborrio y a la torre de campanas. Las portadas son hispano-flamencas. A los pies de la iglesia hay una fachada retablo que recibe toda la decoración gótica. Los doseletes, figurillas de santos, grandes animales y otros más pequeños se esconden entre la vegetación. En la portada el Nacimiento, todo ello aparece rematado por un Calvario realizado por Juan de Gante o al menos con posibilidades de ser obra suya. A los lados hay imágenes de San Pedro y San Pablo de Juan Rodríguez. Por encima de la portada sobresale el cuerpo de la nave central obra de Rodrigo Gil, donde se mezclan los elementos góticos y renacentistas.

La torre es una de las partes de la Catedral que más cambios ha sufrido. La primera torre románica fue cubierta por otra renacentista, que fue destruida por un incendio. Fue reedificada por Pantaleón Pontón en el 1705 que colocó una cúpula sobre un cuerpo poligonal con esbeltas agujas en las esquinas. Jerónimo García Quiñones edificó la torre después del terremoto de Lisboa, y siguiendo Baltasar Devreton, recubrió la torre con sillería desde las campanas hasta el suelo, a modo de refuerzo.

'El Mariquelo'

Una anécdota que pertenece a la tradición salmantina se repite todos los años: el día 31 de octubre, Ángel Rufino, 'El Mariquelo' (sobrenombre de la familia que, antiguamente, estaba encargada de tocar las campanas) sube a la torre de la Catedral en conmemoración del final del terremoto que se produjo en Lisboa en el año 1755 y que también se dejó sentir en Salamanca. 'El Mariquelo' sube a la torre para dar gracias desde lo alto de la bola ya que, entonces, los habitantes de la ciudad se refugiaron en la Catedral cuando empezaron a sentir los temblores. Desde entonces, centenares de salmantinos se congregan en la vecina Plaza de Anaya para contemplar esta 'hazaña' del Mariquelo, que ya forma parte de la tradición y el folclore charro.

Entrada: 4,75 € / 4 € (grupos de más de 20 personas, jubilados y estudiantes)
Desempleados: 1,50€ / Niños de 7 a 16 años: 3€
Familia Numerosa: niños: 1,50€  y adultos: 4€
Entrada gratuita: Martes de 10:00 a 12:00h.
Naturales de Salamanca y Residentes en Salamanca, Discapacitados (+ 65%).
" Catedral Nueva de Salamanca Teléfono 923-217476 Catedral Nueva de Salamanca Provincia 286 Catedral Nueva de Salamanca Horario " Todos los días: 10:00 a 19:15 h (última entrada)" Catedral Nueva de Salamanca Localidad SALAMANCA Catedral Nueva de Salamanca CP 37008 Catedral Nueva de Salamanca

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